sábado, 9 de octubre de 2010

LA VERDAD SOBRE TALMUD

Primera Parte

Mucha gente que se muestra interesada en la cuestión judía acostumbra a preguntar si existe o no alguna cosa e el Talmud que no sea hermosa y su sublime y alejada completamente de todo lo que sea odio hacia los cristianos.

Sobre este tema existe una confusión tan grande de opiniones que al escuchar a los que tan sabiamente argumentan sobre el mismo, uno podría creer que discuten sobre una muy remota y antigua raza de gente, y no sobre el pueblo de Israel que vive en medio de nosotros de acuerdo a un código de moral inalterable por el cual la vida religiosa y social de los judíos a sido regida hasta el día de hoy.

Siendo esto así, emprendí esta obra lo que realmente enseña el Talmud sobre los cristianos, y poder satisfacer de esta manera los anhelos de aquellos que desean interiorizarse acerca de esta doctrina de las autenticas fuentes originales.

El Talmud

El nombre TALMUD proviene del vocablo LAMUD –enseñanza -, cuyo significado es la enseñanza. Mediante la metonimia se lo emplea para significar el libro que contiene la enseñanza, enseñanza que lleva el nombre de Talmud, o sea, el libro doctrinario que pos si solo expone y explica completamente la ciencia y la enseñanza del pueblo judío.

Las partes principales del Talmud, mencionadas más arriba, son seis:

I. ZERAIM: Concerniente a las semillas. Trata sobre las semillas, frutas, hierbas, árboles, sobre el uso público y domestico de las frutas, sobre las distintas semillas.

II. MOED: Concerniente a las festividades. Trata sobre el tiempo que deben comenzar, finalizar y celebrar el Sabath y otras festividades.

III. NASCHIM: Concerniente a las mujeres. Trata sobre el matrimonio y el repudio de las esposas, sus deberes, relaciones, enfermedades, etcétera.

IV. NEZIKIN: Concerniente a los daños. Trata sobre los daños que los hombres y los animales deben sufrir, las penalidades y compensaciones.

V. KODASCHIM: Concerniente a los sagrado. Trata sobre los sacrificios y los distintos ritos sagrados.

VI. TOHOROTH: Concerniente a las purificaciones. Trata sobre la suciedad y purificación de las embarcaciones, ropa de cama y otras cosas.

Cada una de estas seis partes llamadas por los judíos Chisshah Sedarin -seis preceptos u ordenanzas- están divididas en libros o en tratados que llevan el nombre de Massikthoth, y los libros en capítulos, o Perakim.

Como el Talmud era una obra tal voluminosa y desordenada era necesario un resumen que facilitara su estudio. A fin de llenar esta carencia el Rabino Isaac ben Jacob Alphassi, en 1032, publicó un Talmud más breve, poniéndole el nombre de Halakhoth (Constituciones). Omitió todas las exposiciones extensas preservando todo lo atinente a las cosas prácticas de la vida no obstante por carecer de un orden determinado esta obra no fue considerada de gran valor.

El primero en editar una obra bien ordenada sobre la Ley Judía fue Maimónides, a quien llamaban “El águila de la sinagoga”. En 1180 produjo su celebrado tratado Mischnah Torah (Repetición de la Ley), también llamado Iad Chazakah (La Mano Fuerte). Contiene cuatro partes o volúmenes y 14 libros e incluye a todo el Talmud. Maimónides incluyó muchos conceptos filosóficos en esta obra e intento establecer numerosas leyes propias. Por este motivo fue excomulgado por su pueblo y condenado a muerte. Huyó a Egipto donde murió en el año 1205.

Habiendo estado Alphasis, Maimónides y Jacob ben Ascher en desacuerdo sobre muchos puntos, lo que dio lugar a distintas interpretaciones de la misma ley, surgió la gran necesidad de un libro que ofreciera soluciones breves y concisas a todas las controversias y brindara al pueblo judío un libro de leyes digno de ese nombre.

Joseph Caro, un Rabino de Palestina nació en 1488 y falleció en 1577, suplió esta carencia mediante su celebrado comentario sobre el Arbaa Turim, dandole el nombre de Schulchan Arukh (La mesa preparada).

En la actualidad Schulchan Arukh constituye el código de ley obligado de los judíos y lo utilizan principalmente en sus estudios. Un punto importante que debe ser destacado es que esta obra ha sido siempre considerada por los judíos como sagrada. Siempre la han considerado y todavía la consideran como más importante de las sagradas escrituras.

En el propio Talmud se puede ver esto muy claramente:

“Aquellos que se dedican a leer la Biblia ejercitan una determinada virtud pero no mucha; Aquellos que estudian el Mischnah ejercitan una virtud por la que serán premiados; pero, no obstante, aquellos que se dedican a estudiar el Gemarah ejercitan la más grande de las virtudes”

“La sagrada escritura se asemeja al agua, el Mischnah al vino, y el Gemarah al vino aromático”.

“Hijo mío, presta a tensión a las palabras de los escribas antes que las palabras de la ley”.

“Aquél que quebranta las palabras de los escribas peca más gravemente que aquellos transgresores de las palabras de la ley”.

“No existe nada superior al sagrado Talmud”.


Fuente

Pranaitis. Rev. I. B. El Talmud Desenmascarado. Las enseñanzas Rabínicas Secretas Sobre los Cristianos. Pág. 15, 17, 22. Editorial. La Verdad 1981.